El síndrome de cola de caballo es una afección neurológica grave que se produce cuando las raíces nerviosas que salen de la parte inferior de la médula espinal (llamada cola de caballo) se comprimen o dañan por algún motivo. Esto puede provocar síntomas como dolor lumbar intenso, debilidad o parálisis en las piernas, alteraciones en la sensibilidad o el control de los esfínteres, disfunción sexual y problemas psicológicos.
La causa más frecuente del síndrome de cola de caballo es una hernia discal lumbar que presiona las raíces nerviosas, pero también puede deberse a otras causas como traumatismos, tumores, infecciones, malformaciones congénitas o enfermedades degenerativas. El diagnóstico se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas de imagen como la resonancia magnética o la tomografía computarizada.
El tratamiento del síndrome de cola de caballo depende de la causa y la gravedad de los síntomas, pero suele requerir una intervención quirúrgica urgente para descomprimir las raíces nerviosas y evitar secuelas permanentes. Sin embargo, incluso con una cirugía rápida y exitosa, muchas personas sufren secuelas residuales que afectan a su calidad de vida y a su capacidad para trabajar.
¿Qué es la incapacidad por síndrome de cola de caballo?
La incapacidad por síndrome de cola de caballo es el reconocimiento legal de que una persona que padece esta afección no puede desempeñar su actividad laboral habitual o cualquier otra con un mínimo de eficacia y dignidad. La incapacidad puede ser temporal o permanente, y puede clasificarse en diferentes grados según el grado de limitación funcional que presente el afectado.
- La incapacidad temporal se concede cuando el trabajador está impedido para trabajar durante un periodo determinado, que puede ser prorrogable hasta un máximo de 365 días (o 545 días en casos excepcionales). Durante este tiempo, el trabajador tiene derecho a percibir una prestación económica equivalente al 75% de su base reguladora a partir del día 21 de baja (o al 60% desde el día 4 hasta el 20). La incapacidad temporal puede derivar en una incapacidad permanente si se comprueba que el trabajador no puede recuperar su capacidad laboral tras el tratamiento adecuado.
- La incapacidad permanente parcial se concede cuando el trabajador sufre una disminución del rendimiento laboral igual o superior al 33%, pero puede seguir realizando las tareas fundamentales de su profesión. En este caso, el trabajador tiene derecho a percibir una indemnización a tanto alzado equivalente a 24 mensualidades de su base reguladora.
- La incapacidad permanente total se concede cuando el trabajador no puede realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual, pero puede dedicarse a otra distinta. En este caso, el trabajador tiene derecho a percibir una pensión vitalicia equivalente al 55% de su base reguladora, que puede incrementarse hasta el 75% si tiene más de 55 años y no realiza ninguna actividad laboral compatible.
- La incapacidad permanente absoluta se concede cuando el trabajador no puede realizar ninguna actividad laboral, sea cual sea su grado de cualificación. En este caso, el trabajador tiene derecho a percibir una pensión vitalicia equivalente al 100% de su base reguladora.
- La gran invalidez se concede cuando el trabajador, además de estar afectado por una incapacidad permanente absoluta, necesita la asistencia de otra persona para realizar los actos más esenciales de la vida, como vestirse, comer o asearse. En este caso, el trabajador tiene derecho a percibir una pensión vitalicia equivalente al 100% de su base reguladora más un complemento destinado a remunerar a la persona que le asiste.
¿Cómo puedes reclamar la incapacidad por síndrome de cola de caballo?
Si sufres el síndrome de cola de caballo y crees que tienes derecho a una incapacidad, debes seguir los siguientes pasos:
- Solicitar el parte de baja médica a tu médico de cabecera o al especialista que te trate, y presentarlo en tu empresa y en la Seguridad Social. Debes mantener el parte de baja actualizado con las revisiones periódicas que te indique tu médico, y comunicar cualquier cambio en tu situación clínica o laboral.
- Solicitar el reconocimiento de la incapacidad ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que es el organismo encargado de valorar tu grado de incapacidad y concederte o denegarte la prestación correspondiente. Para ello, debes rellenar un formulario y aportar toda la documentación médica que acredite tu diagnóstico, tratamiento y secuelas del síndrome de cola de caballo. El INSS te citará para una evaluación médica por parte del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), que emitirá un dictamen sobre tu capacidad laboral.
- Recibir la resolución del INSS, que puede ser favorable o desfavorable a tu solicitud. Si es favorable, te indicará el grado de incapacidad que te reconoce y la cuantía y duración de la prestación que te corresponde. Si es desfavorable, te indicará los motivos por los que te deniega la incapacidad y los recursos que puedes interponer.
- Interponer un recurso administrativo si no estás conforme con la resolución del INSS. Tienes un plazo de 30 días hábiles desde que recibes la notificación para presentar un recurso de reconsideración ante el mismo INSS, o un recurso directo ante el Juzgado de lo Social. En ambos casos, debes aportar las alegaciones y pruebas que fundamenten tu disconformidad con la resolución.
- Interponer una demanda judicial si el recurso administrativo es desestimado o no recibes respuesta en el plazo de 45 días hábiles. Tienes un plazo de 30 días hábiles desde que recibes la notificación o desde que se agota el plazo para presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social competente, solicitando la revisión de tu grado de incapacidad y la concesión de la prestación que te corresponda. En este caso, es recomendable contar con la asistencia de un abogado especializado en derecho laboral y seguridad social, que te asesore y defienda tus intereses.
¿Por qué es importante reclamar la incapacidad por síndrome de cola de caballo?
Reclamar la incapacidad por síndrome de cola de caballo es importante por varias razones:
- Porque es un derecho que te asiste como trabajador que ha visto mermada su capacidad laboral por una enfermedad grave y potencialmente incapacitante.
- Porque te permite acceder a una prestación económica que compense la pérdida o reducción de tus ingresos derivada de tu incapacidad.
- Porque te permite acceder a otros beneficios sociales como exenciones fiscales, bonificaciones en el transporte público, ayudas para la adaptación del puesto de trabajo o del vehículo, etc.
- Porque te permite proteger tu salud y tu calidad de vida, evitando situaciones de estrés, sobreesfuerzo o riesgo laboral que puedan agravar tu estado clínico o generar nuevas complicaciones.
- Porque te permite reorientar tu proyecto vital y profesional, buscando alternativas laborales compatibles con tu grado de incapacidad o dedicándote a otras actividades que te resulten gratificantes y enriquecedoras.
¿Qué dificultades puedes encontrar al reclamar la incapacidad por síndrome de cola de caballo?
Reclamar la incapacidad por síndrome de cola de caballo no es un proceso fácil ni rápido. Puedes encontrarte con varias dificultades que debes tener en cuenta y saber cómo afrontar:
- La falta de información sobre tus derechos, los requisitos, los plazos, los trámites y los recursos que puedes utilizar. Es importante que te informes bien y que consultes con profesionales cualificados que te orienten y te asistan en todo el proceso.
- La demora en el diagnóstico del síndrome de cola de caballo, que puede retrasar el inicio del tratamiento y el reconocimiento de la incapacidad. Es importante que acudas al médico ante cualquier síntoma sospechoso y que solicites una segunda opinión si no estás conforme con el diagnóstico inicial.
- La falta de pruebas médicas que acrediten tu diagnóstico, tratamiento y secuelas del síndrome de cola de caballo. Es importante que conserves toda la documentación médica que te entreguen y que solicites copias de los informes, las pruebas de imagen, los resultados de las analíticas, etc.
- La valoración insuficiente de tu grado de incapacidad por parte del EVI, que puede no tener en cuenta todos los aspectos clínicos, funcionales, laborales y personales que afectan a tu capacidad laboral. Es importante que prepares bien la evaluación médica y que expongas con claridad y sinceridad tus limitaciones y dificultades para trabajar.
- La denegación o infravaloración de la prestación por incapacidad por parte del INSS, que puede no reconocer tu derecho a una incapacidad o concederte un grado inferior al que te corresponde. Es importante que revises bien la resolución del INSS y que interpongas los recursos administrativos y judiciales pertinentes si no estás conforme con ella.
¿Cómo puedes aumentar tus posibilidades de éxito al reclamar la incapacidad por síndrome de cola de caballo?
Para aumentar tus posibilidades de éxito al reclamar la incapacidad por síndrome de cola de caballo, te recomendamos que sigas estos consejos:
- Busca el asesoramiento profesional de un abogado especializado en derecho laboral y seguridad social, que te informe sobre tus derechos, te oriente sobre el grado de incapacidad que te corresponde, te ayude a preparar la documentación y los recursos necesarios, y te represente ante el INSS y los tribunales.
- Sigue el tratamiento médico indicado por tu especialista, y cumple con las revisiones periódicas y las indicaciones terapéuticas. Esto es importante tanto para tu salud como para demostrar tu situación clínica y tu evolución.
- Solicita un informe médico detallado a tu especialista, en el que conste tu diagnóstico, tratamiento y secuelas del síndrome de cola de caballo, así como el impacto que tiene en tu capacidad funcional y laboral. Este informe es clave para sustentar tu solicitud de incapacidad y para contrastar la valoración del EVI.
- Recopila todas las pruebas médicas complementarias que puedan apoyar tu solicitud de incapacidad, como resonancias magnéticas, tomografías computarizadas, electromiografías, potenciales evocados, etc. Estas pruebas pueden aportar evidencias objetivas sobre el daño nervioso causado por el síndrome de cola de caballo.
- Solicita un informe psicológico o psiquiátrico si sufres problemas psicológicos derivados del síndrome de cola de caballo, como depresión, ansiedad, estrés postraumático, etc. Estos problemas pueden afectar también a tu capacidad laboral y deben ser tenidos en cuenta a la hora de valorar tu grado de incapacidad.
- Solicita un informe social si tienes dificultades para realizar las actividades básicas o instrumentales de la vida diaria, como vestirte, comer, asearte, desplazarte, etc. Estas dificultades pueden justificar una mayor limitación funcional y una necesidad de asistencia por parte de otra persona.
- Presenta tu solicitud de incapacidad dentro de los plazos establecidos, y respeta los plazos para interponer los recursos administrativos y judiciales si no estás conforme con la resolución del INSS. Si no cumples con los plazos, puedes perder tu derecho a reclamar la incapacidad o a impugnar la resolución.
- Prepara bien la evaluación médica del EVI, y acude acompañado de un familiar, un amigo o tu abogado. Explica con claridad y sinceridad tus síntomas, tus secuelas, tus limitaciones y tus dificultades para trabajar. No exageres ni minimices tu situación, y responde con honestidad a las preguntas que te hagan. Si tienes alguna duda o queja, exprésala con respeto y educación.
- Conserva una copia de toda la documentación que presentes o recibas durante el proceso de reclamación de la incapacidad, como partes de baja, informes médicos, pruebas complementarias, solicitudes, resoluciones, recursos, etc. Esta documentación puede ser útil para acreditar tu situación y para fundamentar tus alegaciones.
¿Qué otras opciones tienes si no consigues la incapacidad por síndrome de cola de caballo?
Si no consigues la incapacidad por síndrome de cola de caballo, no te desanimes. Aún tienes otras opciones que puedes explorar para mejorar tu situación laboral y personal:
- Solicitar una adaptación o cambio de puesto de trabajo a tu empresa, si tu convenio colectivo o tu contrato lo contemplan. De esta forma, podrías seguir trabajando en condiciones más favorables para tu salud y tu rendimiento.
- Solicitar una excedencia o una reducción de jornada a tu empresa, si cumples los requisitos legales y económicos para ello. De esta forma, podrías disponer de más tiempo para cuidar de tu salud y de tu calidad de vida.
- Solicitar una rehabilitación profesional al INSS, si te conceden una incapacidad permanente total o absoluta. De esta forma, podrías acceder a programas de orientación, formación y reciclaje profesional que te permitan mejorar tus competencias y habilidades para el trabajo.
- Solicitar una revisión de tu grado de incapacidad al INSS, si se produce un cambio en tu situación clínica o laboral que lo justifique. De esta forma, podrías obtener un grado superior o inferior al que te reconocieron inicialmente, según sea más favorable para ti.
- Solicitar otras ayudas o prestaciones sociales a las que puedas tener derecho por tu situación de discapacidad o dependencia, como el subsidio por movilidad y compensación por gastos de transporte, la ayuda a domicilio, la teleasistencia, el servicio de atención residencial, etc.
Conclusión
En este artículo hemos visto qué es la incapacidad por síndrome de cola de caballo, cómo puedes reclamarla, qué dificultades puedes encontrar, cómo puedes aumentar tus posibilidades de éxito y qué otras opciones tienes si no la consigues.
Esperamos que esta información te haya sido útil y que te ayude a defender tus derechos como trabajador afectado por esta grave enfermedad.
No lo dudes más y reclama la incapacidad por síndrome de cola de caballo que te mereces. ¡Te esperamos!