Despido disciplinario falsas acusaciones: ¿Qué hacer si te encuentras en esta situación?

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El despido disciplinario es una de las causas más habituales por las que una empresa puede rescindir el contrato de un trabajador. Se trata de una medida extrema que la empresa adopta cuando considera que el trabajador ha cometido una falta grave y culpable que afecta a la relación laboral.

Sin embargo, no siempre el despido disciplinario se ajusta a la realidad de los hechos. En ocasiones, la empresa puede recurrir a esta figura para deshacerse de un trabajador sin tener que pagarle una indemnización, o para evitar que reclame sus derechos. En estos casos, el trabajador puede ser víctima de falsas acusaciones que justifiquen su despido.

Si te encuentras en esta situación, debes saber que tienes derecho a defenderte y a impugnar el despido disciplinario. En este artículo te explicamos qué pasos debes seguir para hacer valer tus derechos y cómo puedes demostrar que las acusaciones son falsas.

¿Qué es el despido disciplinario?

El despido disciplinario es aquel que se produce cuando el trabajador incumple de forma grave y culpable sus obligaciones laborales. El artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores establece una serie de motivos por los que se puede aplicar el despido disciplinario, entre los que se encuentran:

  • Las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad al trabajo.
  • La indisciplina o desobediencia en el trabajo.
  • La ofensa verbal o física al empresario, a sus familiares o a las personas que trabajen en la empresa.
  • La transgresión de la buena fe contractual o el abuso de confianza en el desempeño del trabajo.
  • La disminución continuada y voluntaria del rendimiento de trabajo normal o pactado.
  • La embriaguez habitual o toxicomanía si repercute negativamente en el trabajo.
  • El acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, y el acoso sexual o por razón de sexo al empresario o a las personas que trabajan en la empresa.

El despido disciplinario tiene unas características especiales que lo diferencian de otros tipos de despido:

  • No requiere un periodo previo de preaviso al trabajador.
  • No conlleva el pago de una indemnización al trabajador.
  • Se comunica por escrito al trabajador, indicando los hechos que lo motivan y la fecha en que tendrá efectos.

¿Qué hacer si te despiden por falsas acusaciones?

Si crees que tu despido disciplinario se basa en falsas acusaciones, lo primero que debes hacer es no firmar el documento de despido ni ningún otro papel que te entregue la empresa. Si lo haces, puedes estar renunciando a tus derechos y aceptando los hechos que se te imputan.

Lo segundo que debes hacer es guardar todas las pruebas que puedan demostrar tu inocencia y desmentir las acusaciones. Estas pruebas pueden ser:

  • Contratos, nóminas, recibos, facturas, etc. que acrediten tu relación laboral y tus condiciones de trabajo.
  • Correos electrónicos, mensajes, grabaciones, etc. que evidencien la comunicación con la empresa y con tus compañeros de trabajo.
  • Testimonios de otros trabajadores, clientes, proveedores, etc. que puedan corroborar tu versión de los hechos.
  • Informes médicos, partes de baja, certificados, etc. que justifiquen tus ausencias o retrasos al trabajo por motivos de salud.
  • Cualquier otro documento o elemento que pueda servirte de apoyo para defender tu caso.

Lo tercero que debes hacer es contactar con un abogado laboralista que te asesore y te represente en el proceso de impugnación del despido. El abogado podrá analizar tu situación y orientarte sobre las opciones legales que tienes para reclamar.

¿Cómo impugnar el despido disciplinario?

Para impugnar el despido disciplinario, debes seguir los siguientes pasos:

  1. Presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) correspondiente a tu provincia. Se trata de un trámite obligatorio y previo a la vía judicial, en el que se intenta llegar a un acuerdo con la empresa para resolver el conflicto. El plazo para presentar la papeleta es de 20 días hábiles desde la fecha del despido.
  2. Si no se llega a un acuerdo en el SMAC, o si la empresa no se presenta al acto de conciliación, debes presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social competente. El plazo para presentar la demanda es de 20 días hábiles desde la fecha del acto de conciliación o desde que se te notifique su intento fallido.
  3. Una vez admitida la demanda, se fijará una fecha para la celebración del juicio, en el que ambas partes podrán exponer sus argumentos y aportar sus pruebas. El juez dictará una sentencia en la que declarará el despido como procedenteimprocedente o nulo.

¿Qué consecuencias tiene la impugnación del despido?

La impugnación del despido puede tener diferentes consecuencias según el resultado del juicio:

  • Si el juez declara el despido como procedente, significa que considera que las acusaciones son ciertas y que el despido está justificado. En este caso, el trabajador no tendrá derecho a ninguna indemnización ni a la reincorporación a su puesto de trabajo.
  • Si el juez declara el despido como improcedente, significa que considera que las acusaciones son falsas o que no son suficientes para motivar el despido. En este caso, el trabajador tendrá derecho a elegir entre una indemnización de 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades, o la reincorporación a su puesto de trabajo. Además, la empresa tendrá que pagarle los salarios de tramitación, que son los que ha dejado de percibir desde la fecha del despido hasta la fecha de la sentencia.
  • Si el juez declara el despido como nulo, significa que considera que el despido es discriminatorio o vulnera los derechos fundamentales del trabajador. En este caso, el trabajador tendrá derecho a la reincorporación inmediata a su puesto de trabajo y al pago de los salarios de tramitación.

Conclusión

El despido disciplinario falsas acusaciones es una situación injusta y angustiosa para cualquier trabajador. Por eso, es importante que sepas cómo actuar si te encuentras en esta situación y cómo puedes defender tus derechos.

Recuerda que tienes 20 días hábiles para impugnar el despido y que debes contar con un abogado laboralista que te asesore y te represente en el proceso. Asimismo, debes guardar todas las pruebas que puedan demostrar tu inocencia y desmentir las acusaciones.

Si logras impugnar el despido con éxito, podrás optar por una indemnización o por la reincorporación a tu puesto de trabajo, según sea el caso. Además, podrás recuperar tu dignidad y tu reputación profesional.

Esperamos que este artículo te haya sido útil y te haya aclarado algunas dudas sobre el tema. Si tienes alguna consulta o comentario, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de ayudarte.

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