Síndrome del túnel carpiano: ¿Qué tipo de incapacidad permanente se puede obtener? ¿Cómo afecta esta discapacidad?

síndrome del túnel carpiano

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¿Qué es y cómo afecta a la discapacidad del túnel carpiano?

La discapacidad del túnel carpiano es una estructura anatómica situada en la muñeca, por la que pasan los tendones que flexionan los dedos y el nervio mediano, que es el encargado de dar sensibilidad y movimiento a la mano. El síndrome del túnel carpiano se produce cuando este nervio se comprime o se irrita por algún motivo, causando síntomas como dolor, hormigueo, entumecimiento y debilidad en la mano y el brazo.

Se trata de una de las patologías más frecuentes entre las personas que realizan trabajos manuales que implican esfuerzos o movimientos repetitivos, como por ejemplo, operarios de fábricas, peluqueros, músicos, informáticos o cajeros. También puede estar relacionado con otras enfermedades que afectan a los nervios, como la diabetes, la artritis reumatoide o el hipotiroidismo. Además, es más común en las mujeres que en los hombres, sobre todo entre los 40 y los 60 años de edad.

El síndrome del túnel carpiano puede tener un gran impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecen, ya que dificulta el desarrollo de las actividades cotidianas y laborales. En algunos casos, puede llegar a provocar una incapacidad permanente para trabajar, lo que supone un derecho a recibir una prestación económica por parte de la Seguridad Social.

En este artículo te explicamos qué es el túnel carpiano, cuáles son sus causas y síntomas, cómo se diagnostica y trata, y qué requisitos se deben cumplir para solicitar una incapacidad permanente por esta afección.

¿Qué tipo de incapacidad permanente o discapacidad se puede obtener por el síndrome del túnel carpiano?

La incapacidad permanente es una situación en la que una persona, debido a una enfermedad o un accidente, ve reducida o anulada su capacidad para trabajar. La Seguridad Social reconoce cuatro grados de incapacidad permanente, según el grado de afectación y la profesión de la persona:

  • Incapacidad permanente parcial: cuando la persona sufre una disminución del rendimiento laboral de al menos un 33%, pero puede seguir realizando las tareas fundamentales de su profesión.
  • Incapacidad permanente total: cuando la persona está inhabilitada para realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual, pero puede dedicarse a otra distinta.
  • Incapacidad permanente absoluta: cuando la persona está inhabilitada para realizar cualquier tipo de trabajo o actividad profesional.
  • Gran invalidez: cuando la persona, además de estar incapacitada para trabajar, necesita la asistencia de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria.

Para solicitar una incapacidad permanente por el síndrome del túnel carpiano, se debe estar afiliado y en alta o en situación asimilada al alta en la Seguridad Social, y haber cotizado un mínimo de días según la edad y el grado de incapacidad que se solicite. Además, se debe acreditar mediante informes médicos que se padece esta afección y que se han agotado los tratamientos posibles sin obtener una mejoría.

El grado de incapacidad o discapacidad del tunel carpiano que se puede obtener dependerá de la gravedad de los síntomas, del grado de afectación del nervio mediano, de la mano o manos afectadas, de la profesión habitual y de las limitaciones funcionales que se derivan de esta patología.

En general, es más fácil obtener una incapacidad permanente total que una absoluta por el síndrome del túnel carpiano. La incapacidad permanente total suele concederse a las personas cuya actividad laboral requiere un uso frecuente o intenso de las manos y las muñecas, como por ejemplo, camareros, peluqueros, músicos, informáticos o cajeros. La incapacidad permanente absoluta solo se otorga en casos muy graves, en los que la persona está impedida para realizar cualquier tipo de trabajo o actividad profesional.

En cualquier caso, cada solicitud se valora de forma individualizada por el equipo de valoración de incapacidades (EVI) del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que emite un dictamen sobre el grado de incapacidad que corresponde. Si el solicitante no está conforme con el dictamen, puede presentar una reclamación previa y posteriormente una demanda judicial ante los juzgados de lo social. Para ello, es recomendable contar con el asesoramiento y la representación de un abogado especialista en incapacidades laborales.

¿Qué es el túnel carpiano y cómo se produce el síndrome?

El túnel carpiano es un canal estrecho formado por los huesos de la muñeca y un ligamento transversal que los une por encima. Por este canal pasan nueve tendones que permiten flexionar los dedos de la mano y el nervio mediano, que es uno de los principales nervios de la mano.

El nervio mediano se origina en el cuello, recorre el brazo y el antebrazo, atraviesa el túnel carpiano y se ramifica en la mano. Su función es dar sensibilidad a la palma del pulgar, el índice, el medio y parte del anular, así como controlar los músculos que mueven el pulgar y algunos dedos.

El síndrome del túnel carpiano se produce cuando hay una presión excesiva sobre el nervio mediano dentro del túnel carpiano. Esto puede deberse a varios factores, como:

  • Factores anatómicos: algunas personas tienen un túnel carpiano más estrecho o pequeño de lo normal, lo que hace que el nervio tenga menos espacio para pasar. También puede haber una alteración en la forma o posición de los huesos o ligamentos de la muñeca debido a una fractura, una luxación o una artritis.
  • Factores inflamatorios: la inflamación de los tendones que pasan por el túnel carpiano puede reducir el espacio disponible para el nervio y comprimirlo. La inflamación puede estar causada por un uso excesivo o repetitivo de la mano, por una infección o por una enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide.
  • Factores hormonales: algunos cambios hormonales pueden provocar una retención de líquidos en los tejidos de la muñeca, lo que aumenta la presión dentro del túnel carpiano. Esto puede ocurrir durante el embarazo, la menopausia o en casos de hipotiroidismo.
  • Factores externos: algunos objetos o actividades pueden ejercer una presión directa sobre el nervio mediano a nivel de la muñeca. Por ejemplo, llevar relojes o pulseras muy ajustados, apoyar la muñeca sobre superficies duras.

¿Cómo se puede prevenir el síndrome del túnel carpiano?

Aunque no existe una forma segura de evitar el síndrome del túnel carpiano, se pueden tomar algunas medidas para reducir el riesgo de sufrirlo o de agravar los síntomas. Estas medidas son especialmente importantes para las personas que realizan trabajos o actividades que implican un uso frecuente o intenso de las manos y las muñecas. Algunas de estas medidas son:

  • Reducir la fuerza y relajar el agarre. Al usar herramientas, teclados, ratones o cajas registradoras, se debe presionar las teclas o los botones con suavidad y evitar apretar demasiado los objetos. También se puede usar un lápiz más grueso o un bolígrafo con tinta que fluya fácilmente para escribir.
  • Tomar descansos frecuentes. Se recomienda hacer pausas cada 15 o 20 minutos para estirar y flexionar las manos y las muñecas. También se puede cambiar de tarea o de mano cada cierto tiempo para evitar la sobrecarga de una sola zona.
  • Cuidar la postura. Se debe mantener una posición erguida y alineada, evitando encorvarse o doblar el cuello. Los hombros deben estar relajados y los codos cerca del cuerpo. Las muñecas deben estar rectas y alineadas con los antebrazos, sin flexionarse hacia arriba o hacia abajo. Se puede usar un soporte para las muñecas o ajustar la altura de la silla o la mesa para lograr una mejor posición.
  • Mejorar el ambiente de trabajo. Se debe procurar que el espacio de trabajo sea cómodo, iluminado y ventilado. Se puede usar un teclado y un ratón ergonómicos, que se adapten a la forma de la mano y reduzcan la tensión en las muñecas. También se puede usar guantes que mantengan las manos calientes y protegidas del frío o de las vibraciones de las herramientas.
  • Controlar el peso y la salud general. Se debe llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente para evitar el sobrepeso y las enfermedades asociadas, como la diabetes o el hipotiroidismo, que pueden aumentar el riesgo de padecer el síndrome del túnel carpiano. También se debe evitar el consumo excesivo de alcohol, tabaco y cafeína, que pueden afectar a la circulación sanguínea y a los nervios.
  • Consultar al médico ante cualquier síntoma. Si se siente dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad en la mano o el brazo, se debe acudir al médico lo antes posible para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno. El retraso en la atención médica puede empeorar la situación y causar daños irreversibles en el nervio mediano.

Siguiendo estas recomendaciones, se puede prevenir o aliviar el síndrome del túnel carpiano y mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen o están en riesgo de sufrirlo.

Conclusión

El grado de incapacidad permanente que se puede obtener por el síndrome del túnel carpiano dependerá de la gravedad de los síntomas, del grado de afectación del nervio mediano, de la mano o manos afectadas, de la profesión habitual y de las limitaciones funcionales que se derivan de esta patología. En general, es más fácil obtener una incapacidad permanente total que una absoluta por el síndrome del túnel carpiano.

Para solicitar una incapacidad permanente por el síndrome del túnel carpiano, se debe estar afiliado y en alta o en situación asimilada al alta en la Seguridad Social, y haber cotizado un mínimo de días según la edad y el grado de incapacidad que se solicite. Además, se debe acreditar mediante informes médicos que se padece esta afección y que se han agotado los tratamientos posibles sin obtener una mejoría.

La solicitud se valora de forma individualizada por el equipo de valoración de incapacidades (EVI) del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que emite un dictamen sobre el grado de incapacidad que corresponde. Si el solicitante no está conforme con el dictamen, puede presentar una reclamación previa y posteriormente una demanda judicial ante los juzgados de lo social. Para ello, es recomendable contar con el asesoramiento y la representación de un abogado especialista en incapacidades laborales.

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