
¿Te duele el cuello con frecuencia? ¿Notas rigidez o falta de movilidad en la zona cervical? ¿Sientes mareos, vértigos o hormigueos en los brazos o las manos? Si has respondido sí a alguna de estas preguntas, es posible que padezcas de rectificación de la lordosis cervical, una alteración de la curvatura natural del cuello que puede tener graves consecuencias para tu salud y tu discapacidad.
En este artículo te explicamos qué es la rectificación de la lordosis cervical, cuáles son sus causas y síntomas, cómo se diagnostica y trata, y cómo puede afectar a tu grado de minusvalía y a tus derechos como persona con discapacidad.
¿Qué es la minusvalía o rectificación de la lordosis cervical?
La minusvalía o rectificación de la lordosis cervical es una alteración de la columna vertebral que consiste en la pérdida o disminución de la curvatura hacia adelante que tiene el cuello. Esta curvatura, llamada lordosis cervical, es normal y fisiológica, y ayuda a amortiguar los impactos y a distribuir el peso del cuerpo.
La rectificación de la lordosis cervical puede deberse a diferentes causas, como:
- Traumatismos: golpes, accidentes, caídas, etc.
- Malas posturas: trabajar o estudiar con el cuello inclinado, dormir con una almohada inadecuada, usar el móvil o el ordenador de forma incorrecta, etc.
- Estrés: tensión muscular, contracturas, bruxismo, etc.
- Envejecimiento: desgaste natural de los discos intervertebrales y las articulaciones del cuello.
- Enfermedades degenerativas: artrosis, espondilosis, hernias discales, etc.
La rectificación de la lordosis cervical puede provocar diversos síntomas, como:
- Dolor de cuello: puede ser constante o intermitente, localizado o irradiado hacia los hombros, los brazos o la cabeza.
- Rigidez: dificultad para mover el cuello en todas las direcciones, especialmente hacia los lados y hacia atrás.
- Limitación del movimiento: reducción del rango de movimiento del cuello, lo que dificulta realizar actividades cotidianas como conducir, leer o escribir.
- Mareos: sensación de inestabilidad o pérdida de equilibrio al mover el cuello o al cambiar de posición.
- Vértigos: sensación de que todo gira alrededor al mover el cuello o al cambiar de posición.
- Cefaleas: dolor de cabeza que puede ser pulsátil, opresivo o punzante, y que suele localizarse en la nuca o en la frente.
- Hormigueos o adormecimiento: sensación de cosquilleo o falta de sensibilidad en los brazos o las manos, debido a la compresión de los nervios que salen del cuello.
Estos síntomas pueden afectar a la calidad de vida de las personas que sufren de rectificación de la lordosis cervical, y dificultar sus actividades diarias y laborales.
¿Cómo se diagnostica y se trata la rectificación de la lordosis cervical?
El diagnóstico de la rectificación de la lordosis cervical se basa en la historia clínica del paciente, la exploración física y las pruebas de imagen. El médico puede preguntar sobre los síntomas, las posibles causas, el grado de afectación y el impacto en la vida diaria. Además, puede realizar una valoración del estado del cuello, su movilidad, su fuerza y su sensibilidad. Por último, puede solicitar pruebas como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para confirmar el diagnóstico y descartar otras patologías.
El tratamiento para la rectificación de la lordosis cervical depende de la causa, el grado y los síntomas que presente cada persona. En general, se recomienda seguir un tratamiento multidisciplinar que incluya:
- Medicación analgésica y antiinflamatoria para aliviar el dolor y la inflamación.
- Fisioterapia para mejorar la movilidad, la fuerza y la elasticidad de los músculos y los ligamentos del cuello.
- Ejercicios específicos para corregir la postura y recuperar la curvatura natural del cuello.
- Uso de compresas calientes, ultrasonido o TENS para controlar el dolor y el malestar.
- Técnicas de manipulación de la columna, como tracción cervical manual o estiramientos.
- Pilates, RPG (Reeducación Postural Global) u otros métodos que favorezcan el equilibrio y la alineación corporal.
- Cirugía, en casos muy graves o cuando hay complicaciones como hernias discales o pinzamientos nerviosos.
El tratamiento para la rectificación de la lordosis cervical debe ser personalizado y supervisado por un profesional de la salud, que indique las pautas más adecuadas para cada caso. Además, es importante seguir unas recomendaciones generales, como:
- Evitar las posturas que fuerzan el cuello, como inclinarlo hacia adelante o hacia los lados, o girarlo en exceso.
- Mantener una buena higiene postural al trabajar, estudiar, usar el móvil o el ordenador, conducir o dormir.
- Elegir una almohada que se adapte a la forma del cuello y que no sea ni muy alta ni muy baja.
- Realizar pausas frecuentes y cambiar de posición cada cierto tiempo cuando se realizan actividades que requieren mantener el cuello fijo o en tensión.
- Aplicar calor local en el cuello cuando se sienta dolor o rigidez, o frío cuando haya inflamación o irritación.
- Realizar ejercicios de estiramiento y movilización del cuello a diario, siguiendo las indicaciones del fisioterapeuta.
- Fortalecer los músculos del cuello y de la espalda con ejercicios específicos o con actividades como natación, yoga o pilates.
- Evitar el estrés y las emociones negativas que puedan aumentar la tensión muscular en el cuello.
- Llevar una dieta equilibrada y evitar el sobrepeso, que puede sobrecargar la columna vertebral.
Accesorios para aliviar la lordosis cervical
El cuello tiene una curva que se puede perder por muchas razones. Esto puede causar dolor y otros problemas. Hay productos que pueden ayudar a mejorar el cuello, como:
- Almohadas cervicales: son almohadas que se adaptan al cuello y la cabeza.
- Collarines cervicales: son dispositivos que se ponen en el cuello y que lo sostienen.
- Masajeadores cervicales: son aparatos que dan masajes en el cuello y los hombros.
- Correctores de postura: son dispositivos que ayudan a tener la espalda y el cuello derechos.
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¿Qué derechos tengo como persona con discapacidad por rectificación de la lordosis cervical?
La rectificación de la lordosis cervical puede afectar a tu grado de discapacidad y a tus derechos como persona con discapacidad. Para saber si tienes derecho a algún beneficio social, debes solicitar una valoración médica y social que determine tu grado de minusvalía.
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El grado de minusvalía se expresa en un porcentaje que indica el nivel de dificultad que tienes para realizar las actividades básicas de la vida diaria. El grado mínimo para ser considerado persona con discapacidad es el 33%, aunque hay diferentes niveles según el grado de afectación.
Los beneficios sociales a los que puedes acceder como persona con discapacidad por rectificación de la lordosis cervical son:
- Pensiones no contributivas: son prestaciones económicas que se conceden a las personas con discapacidad que no tienen recursos suficientes para vivir y que no han cotizado lo suficiente a la Seguridad Social. La cuantía depende del grado de discapacidad y de los ingresos del solicitante.
- Ayudas económicas: son prestaciones económicas que se conceden a las personas con discapacidad para cubrir sus necesidades específicas, como adaptación del hogar o del vehículo, adquisición de productos de apoyo, transporte adaptado, etc. La cuantía depende del tipo de ayuda y de los requisitos del solicitante.
- Prestaciones por dependencia: son prestaciones económicas o servicios que se conceden a las personas con discapacidad que necesitan ayuda de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria. La cuantía depende del grado de dependencia y de los recursos del solicitante.
- Bonificaciones fiscales: son reducciones o exenciones en el pago de algunos impuestos, como el IRPF, el IVA, el IBI o el impuesto de sucesiones y donaciones.
- Tarjetas de aparcamiento: son tarjetas que permiten a las personas con discapacidad aparcar en zonas reservadas o con condiciones especiales.
- Acceso preferente a servicios públicos: son medidas que facilitan el acceso a la educación, la sanidad, la vivienda, el transporte o la cultura a las personas con discapacidad.
Para acceder a estos beneficios sociales, debes solicitarlos en los organismos competentes, que pueden ser el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), las comunidades autónomas, los ayuntamientos o las entidades colaboradoras.
¿Si tengo una rectificación cervical cómo puedo solicitar una incapacidad permanente?
Para acceder a una incapacidad permanente por rectificación cervical, debes cumplir una serie de requisitos, te explico con más detalle cada uno de ellos:
- Estar afiliado a la Seguridad Social: Esto significa que debes estar dado de alta como trabajador por cuenta ajena o propia, o en una situación asimilada al alta, como el desempleo, la excedencia o la baja médica.
- Haber cotizado un mínimo de años: El tiempo de cotización exigido depende del tipo de contingencia (común o profesional) y del grado de incapacidad que se solicite. Si la incapacidad deriva de una enfermedad profesional o un accidente (laboral o no), no se requiere cotización previa. Si la incapacidad deriva de una enfermedad común, se deben cumplir los siguientes periodos mínimos de cotización:
- Incapacidad permanente parcial: 1.800 días cotizados dentro de los 10 años anteriores a la solicitud de incapacidad temporal de la que derive la invalidez. Los menores de 21 años deben haber cotizado la mitad de los días de su vida desde los 16 años hasta la fecha de inicio de la incapacidad temporal previa.
- Incapacidad permanente total: Si tienes menos de 31 años, debes haber cotizado un tercio del tiempo transcurrido entre los 16 años y la fecha de inicio de la incapacidad temporal previa, con un mínimo de 5 años. Si tienes 31 años o más, debes haber cotizado un cuarto del tiempo transcurrido entre los 20 años y la fecha de inicio de la incapacidad temporal previa, con un mínimo de 15 años, y al menos 1.800 días dentro de los 10 años anteriores.
- Incapacidad permanente absoluta o gran invalidez: Si tienes menos de 31 años, debes haber cotizado un tercio del tiempo transcurrido entre los 16 años y la fecha de inicio de la incapacidad temporal previa, con un mínimo de 5 años. Si tienes 31 años o más, debes haber cotizado un quinto del tiempo transcurrido entre los 20 años y la fecha de inicio de la incapacidad temporal previa, con un mínimo de 15 años.
- Estar de baja médica y haber agotado el plazo de 365 días: Para solicitar una incapacidad permanente, debes estar previamente de baja médica por la misma causa que motiva la incapacidad, y haber agotado el plazo máximo de 365 días de duración de la incapacidad temporal, salvo que se prevea que la situación de incapacidad se prolongue más allá de dicho plazo.
- Someterte a un dictamen del equipo de valoración de incapacidades (EVI): El EVI es el órgano encargado de evaluar tu estado de salud y tu capacidad laboral, teniendo en cuenta tu profesión, tu edad, tu formación y tu experiencia. El EVI te citará para una revisión médica y te pedirá los informes y pruebas que acrediten tu patología. Según el resultado de la valoración, el EVI emitirá una propuesta de resolución de incapacidad permanente, que deberá ser ratificada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
- Según el resultado, se te puede reconocer una incapacidad permanente parcial, total, absoluta o gran invalidez, con diferentes cuantías y beneficios: El grado de incapacidad permanente se determina según el nivel de limitación que te impide realizar tu trabajo habitual o cualquier trabajo. Los grados son los siguientes:
- Incapacidad permanente parcial: Te ocasiona una disminución no inferior al 33% en el rendimiento para tu profesión habitual, pero puedes seguir trabajando en ella. La prestación consiste en una indemnización a tanto alzado de 24 mensualidades de la base reguladora que sirvió para el cálculo de la incapacidad temporal.
- Incapacidad permanente total: Te inhabilita para tu profesión habitual, pero puedes dedicarte a otra distinta. La prestación consiste en una pensión vitalicia del 55% de la base reguladora. Se incrementa un 20% a partir de los 55 años si se presume la dificultad de obtener empleo en otra actividad.
- Incapacidad permanente absoluta: Te inhabilita para toda profesión u oficio. La prestación consiste en una pensión vitalicia del 100% de la base reguladora.
- Gran invalidez: Necesitas la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida. La prestación consiste en una pensión vitalicia del 100% de la base reguladora, más un complemento para pagar a la persona que te asiste.
¿Cómo es la baja laboral si sufro de rectificación cervical?
La rectificación cervical puede ser motivo de baja laboral si el médico al valorar tu estado, en el caso de sufrir un accidente de tráfico o un esfuerzo excesivo, observa mucha alteración en la movilidad y dolor. Esto se debe a que la rectificación cervical puede afectar a la capacidad de realizar las tareas habituales del trabajo, sobre todo si éstas implican movimientos repetitivos, posturas forzadas, carga de peso o estrés. Además, el dolor cervical puede provocar otros síntomas como mareos, vértigos, cefaleas, hormigueo o pérdida de sensibilidad, que pueden interferir en la concentración, la atención y el rendimiento laboral.
El tiempo de baja por rectificación cervical puede oscilar entre los 15 y 90 días, dependiendo de la gravedad de la lesión y de la evolución del paciente. El médico de cabecera será el encargado de evaluar el estado de salud del trabajador y de emitir los partes de baja y alta, así como de prescribir el tratamiento médico y la rehabilitación adecuados. El tiempo de baja puede variar según la respuesta del paciente al tratamiento, la mejora de los síntomas, la recuperación de la movilidad y la funcionalidad, y la posibilidad de reincorporarse al trabajo sin riesgo de agravar la lesión.
Rectificación de la lordosis cervical fisiológica. ¿Qué es?
La rectificación cervical puede tener varias causas, como factores genéticos, traumáticos (por ejemplo, accidentes de tráfico o caídas), posturales (por ejemplo, el uso prolongado de dispositivos electrónicos o el estrés) o degenerativos (por ejemplo, la artrosis o la osteoporosis).
La rectificación cervical puede provocar diversos síntomas, como dolor, rigidez, limitación de movimientos, inflamación, compresión nerviosa o vascular, mareos, vértigos, cefaleas, hormigueo, pérdida de sensibilidad o alteración de la visión o el equilibrio. Estos síntomas pueden afectar a la calidad de vida y al rendimiento laboral de la persona que los padece.
La rectificación cervical se diagnostica mediante la observación clínica y la realización de pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, que permiten medir el ángulo de la curvatura y detectar posibles lesiones o alteraciones en los tejidos cervicales.
El tratamiento de la rectificación cervical se basa en la realización de ejercicios correctivos, que buscan recuperar la lordosis fisiológica, mejorar la movilidad, la fuerza y la flexibilidad de la columna cervical, y aliviar el dolor y la inflamación. Estos ejercicios pueden realizarse en sesiones de fisioterapia, pilates, RPG o yoga, por ejemplo. Además, se pueden aplicar técnicas manuales, masajes, calor, frío, electroestimulación o ultrasonidos, según las necesidades de cada caso.
Conclusión
La rectificación de la lordosis cervical es una alteración de la columna vertebral que puede tener graves consecuencias para tu salud y tu discapacidad. Por eso, es importante que consultes con tu médico si presentas alguno de los síntomas que hemos mencionado, y que sigas un tratamiento adecuado para mejorar tu calidad de vida.
Además, debes conocer tus derechos como persona con discapacidad por rectificación de la lordosis cervical, y solicitar los beneficios sociales que te correspondan según tu grado de minusvalía. Así podrás disfrutar de una mayor protección y bienestar social.
Esperamos que este artículo te haya sido útil e interesante. Si quieres saber más sobre la rectificación de la lordosis cervical o sobre la discapacidad en España, puedes consultar las siguientes fuentes:
- Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social.
- Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
- Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 – Discapacidad.
Gracias por leer este artículo hasta el final. Si te ha gustado, compártelo con tus amigos o familiares que puedan estar interesados en el tema. Y si tienes alguna duda o comentario, déjanoslo abajo. Estaremos encantados de responderte. ¡Hasta pronto!
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Hola me pusieron el diagnóstico de rectificación de la lordosis fisiológica leve discopatia cervical